lunes. 09.12.2024

La fachada ventilada es el sistema constructivo más eficiente para el cerramiento de edificios que podrás encontrar hoy en día. Una solución que se adapta a todas las tendencias sostenibles en arquitectura.

Si no te decides entre SATE o fachada ventilada, debes saber que las fachadas ventiladas pueden ser la solución que estás buscando. Al combinar la fachada ventilada con un sistema de aislamiento, dotarás al edificio de una serie de ventajas como el incremento del aislamiento térmico y acústico.

Debes saber que las fachadas ventiladas supondrán un ahorro energético considerable en tu día a día, permitiéndote ahorra en la factura durante los meses de invierno y de verano.

  1. Qué es una fachada ventilada
  2. Cuáles son los componentes de una fachada ventilada
  3. Todas las ventajas de la fachada ventilada

 

Qué es una fachada ventilada

Dentro de la gran variedad de soluciones para la construcción, la fachada ventilada es una de las más empleadas en la actualidad. Son ideales para cualquier tipo de edificación.

Se conoce también con el nombre de fachada secundaria o de doble piel. Es una de las favoritas entre los arquitectos y diseñadores, gracias a la gran cantidad de ventajas y beneficios que tienen. 

¿SATE o Fachada Ventilada? Descubre cuál es el mejor para ti
¿SATE o Fachada Ventilada? Descubre cuál es el mejor para ti

 

Las fachadas ventiladas son sistemas de cerramiento con un espacio entre el revestimiento y la fachada base, en donde se integra aislamiento térmico y una cámara de aire. La función de la cámara es funcionar como una chimenea al crear corrientes de aire por convección.

De esta forma, aporta en la eficiencia y confort térmico del edificio, evitando problemas de sobrecalentamiento y de humedad en el interior del hogar.

Cuáles son los componentes de una fachada ventilada

El sistema de fachada ventilada se compone de un muro soporte, una capa aislante y un material de revestimiento que se fija al edificio con una estructura portante.

Gracias a esta estructura, entre el muro portante y el material de revestimiento, se crea una cámara de aire que permite la ventilación. Entre el muro soporte y el revestimiento suele establecerse una capa de aislante, aunque no siempre es así.

  1. Muro soporte: Asegura la estabilidad del edificio. Tiene que ser lo suficientemente estable como para soportar el peso del revestimiento y los esfuerzos. Puede ser de ladrillo, hormigón o madera. 
  2. Cámara de aire: Tiene una apertura en la parte superior y otra en la inferior, donde circula el aire constantemente. Deben protegerse para evitar la entrada del agua. Es esencial que tenga al menos 2 cm de ancho en las zonas más estrechas. Asimismo, se recomienda que la superficie mínima de ventilación varíe según la altura del edificio.
  3. Capa aislante: El aislamiento se puede realizar en el exterior o en el interior de la vivienda, pero se recomienda privilegiar su instalación en el exterior del muro soporte para garantizar un mejor rendimiento en términos de dilatación y contracción.
  4. Material de revestimiento: Se pueden usar muchos materiales: cerámica, cerramientos metálicos, la madera o la pizarra natural. Lo más importante es optar por un material de calidad, resistente y duradero.

Todas las ventajas de la fachada ventilada

Ahora que ya sabes en qué consiste el sistema de fachada ventilada y cómo es su funcionamiento, es el momento de conocer cuáles son las ventajas de instalar una fachada ventilada en edificios y viviendas.

  1. Evita la condensación y las humedades: Este sistema reduce la condensación y la humedad, tanto del exterior como del interior. El aire circula constantemente dentro de la cámara de aire, por lo que supone un capa de protección extra y elimina las posibles filtraciones de agua que se pueden colar entre los materiales del revestimiento.
  2. Prolonga la vida útil de la fachada: La ventilación constante dentro de la cámara permite mejorar la durabilidad del material del revestimiento exterior. Es mayor si se opta por un material de calidad, duradero y resistente, como una pizarra natural de calidad.
  3. Mejora el aislamiento térmico y acústico: La capa aislante es opcional pero, al combinarla con la fachada ventilada, se mejora considerablemente el aislamiento térmico y acústico del edificio. Esto implica mejorar la salud y reducir la contaminación medioambiental, junto con otros problemas.
  4. Poco mantenimiento: Es casi nulo, especialmente si son materiales de alta calidad que no requieren de cuidado alguno.
  5. Eficiencia energética: la fachada ventilada facilita la refrigeración del edificio en verano y el control del calor en invierno. Esto permite un ahorro energético y confort térmico en cualquier época del año. Ahorrarás entre un 30 y un 40 por ciento en las facturas.
  6. Reduce movimientos estructurales: Evita la aparición de grietas y fisuras, dado que al no producirse cambios bruscos de temperatura, la estructura sufre menos movimientos de dilatación o contracción.
  7. Aporta valor a la vivienda o edificio: La inversión se amortiza gracias a la durabilidad, la eficiencia energética, el bajo coste del mantenimiento de la fachada y porque es una de las mejores soluciones para proyectos de nueva construcción y rehabilitación.
Ventajas de las fachadas ventiladas

 

Como ves, la fachada ventilada es una solución de lo más beneficiosa, tanto desde el punto de vista económico como del energético. Es apostar por futuro, sostenibilidad y ahorro.

Qué es una fachada ventilada y cuáles son sus ventajas